Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
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comentario A TO24 2017
El domingo pasado, el evangelio nos invitaba a contestar a la pregunta ¿“si tu hermano peca, cuantas veces le tengo que perdonar”?. En el evangelio de este domingo, Jesús nos da la respuesta: “Pedro le preguntó a Jesús: ¿Cuántas veces he de perdonar a mi hermano, si me ofende?. Jesús le contestó: No te digo hasta siete veces sino hasta setenta veces siete”.
“Dos amigos iban por el desierto, estaban bastante cansados, con mucha sed y, por eso, caminaban de muy mal humor. Comenzaron a discutir y de repente uno al otro le dio una bofetada. El que recibió la bofetada cogió un palo y escribió en la arena: Hoy mi amigo me ha dado una bofetada.
Siguieron caminando y llegaron a un oasis, con un pozo de agua muy fría y riquísima· El que recibió la bofetada, al intentar beber agua, cayó en el pozo y estaba a punto de ahogarse, pero el amigo lo agarró y le salvó la vida. Entonces, el amigo salvado, escogió una piedra puntiaguda y en una roca escribió: Hoy mi amigo me ha salvado la vida.
El amigo, curioso, le preguntó, ¿por qué cuando te he dado la bofetada has escrito en la arena y al salvarte la vida has escrito en una roca?. Y el otro le respondió: Porque los errores que cometen los amigos se escriben en la arena para que el viento los borre en seguida, los aciertos y las cosas buenas, se escriben en una roca para que siempre queden grabadas en el corazón”.
(Fábula del Budismo)
Ante el mandato de Jesús de perdonar siempre, solemos resistirnos. Creemos que hay personas a las que no se les debe perdonar: Las personas que realizan atentados, violaciones, trata de niños y mujeres, violencia de género, mercenarios que se dedican a matar por dinero, mafiosos que provocan la muerte de tantos inmigrantes. Cuando un hermano de sangre se ha quedado con la herencia que, creo, me corresponde, cuando un vecino o vecina me ha engañado o ha hablado muy mal de mí... La lista puede ser bastante extensa.
Me parece que la propuesta de Jesús es muy válida. Es válida porque es muy humana. Si no somos capaces de personar, nuestros sentimientos están revueltos, nuestro corazón no tiene paz, nos sentimos mal, nos damos cuenta que en nosotros hay algo que nos estorba. ¿Qué es ese algo?. Es el rechazo, la animadversión, el rencor, el odio. Cuando perdonamos nos sentimos liberados de todo ello. ¿Lo has experimentado alguna vez?.
Lo trágico de este momento es que hay ya demasiada gente, que no tiene más criterio, a la hora de actuar, que lo que le interesa o conviene. No tiene más referente que la gratificación inmediata, lo que le satisface. No piensan que el amor y el perdón son el referente, la medida de nuestra dicha o nuestra desdicha.
La fabula budista me sugiere que el perdón está ligado al amor y a la amistad. Cuando amamos perdonamos o nos resulta más fácil perdonar. Al amar a los miembros de la familia y a los amigos les perdonamos con facilidad. El referente para perdonar es el amor.
A. A.
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