Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Jueves 18 de Abril del 2024

comentario domingo 27 2016

manos sobre Biblia


Ya han pasado las elecciones autonómicas en Euskadi y Galicia. Ahora toca trabajar a aquellos políticos que hemos elegido, desde el gobierno o desde la oposición. No pueden hacer el vago, sino trabajar para cumplir con lo que han prometido, por lo menos en un 80%, porque, a la hora de realizar los proyectos, aunque uno se esfuerce y se empeñe por cumplirlos, siempre se encuentran dificultades.

Entramos el mes de octubre en el que la “vida normal” va modelando nuestra persona. Hacemos diariamente todo lo que nuestra vida personal, familiar y laboral nos exige.

Hoy, el evangelio nos plantea la pregunta de qué importancia tiene la religión, mejor dicho, la fe cristiana tiene para nosotros, si influye verdaderamente en nuestra vida o necesitamos aumentarla para que así sea.

De manera abrupta, los discípulos le hacen a Jesús una petición vital: «Auméntanos la fe». Se han visto en la necesidad de hacerle esa petición porque, al presentarles lo que encierra el proyecto de su Padre Dios, se dan cuenta que les falta fuerza, no tienen suficiente fe. El ser fieles al proyecto de Jesús les exige creer con fuerza. La fe que recibieron de niños no es suficiente, la fe “del carbonero” la tienen que aclarar y fortalecer.

Han pasado más de veinte siglos. A lo largo de la historia, los seguidores de Jesús hemos vivido años de fidelidad al Evangelio y horas oscuras de deslealtad. Ha habido tiempos de fe recia y también de crisis e incertidumbre, como la actual en Europa.

Os cuento un hecho de vida: El otro día, en la misa de la mañana en la que participan de 25 a 30 personas, casi siempre las mismas, por lo tanto hay ambiente, si uno quiere, para hacer unas homilías compartidas, ante la lectura del evangelio en la que aparecía la pregunta de Jesús a sus discípulos, ¿y vosotros quien decís que soy yo?, me atreví a preguntar: Para cada uno de nosotros/as, ¿quién es Jesús?, ¿qué dirías a tu hijo o a tu nieto si te preguntará por qué crees o quien es Jesús para ti?. Hubo respuestas aprendidas de niñas/os: “Jesús es el Hijo de Dios”, “Jesús es el que vino a salvarnos”, “Jesús vino a morir por los pecadores”. Estas respuestas son las que aprendimos de pequeños en el catecismo y, aunque sean ciertas, quizás no valgan hoy para transmitir la fe.

Hubo, también, respuestas personales que sí pueden servir para ello: Jesús vino a la tierra para hacer realidad el proyecto de su Padre Dios, la construcción del Reino. Jesús es mi hermano, es mi amigo, es mi compañero de camino. Pero hubo una que me llamó la atención. La dijo María, una abuela encantadora: “Jesús es el todo para mí”. Yo le dije y eso, ¿qué quiere decir? Y ella me respondió:”es el que, juntamente con mi familia, da sentido a mi vida. Sin él no viviría como vivo, contenta y agradecida”. Ahí se acabó el comentario a la homilía porque me pareció una respuesta muy profunda y llena de sentido.

Podemos hacer esta oración:

Auméntanos la fe.

Haznos vivir identificados con tu proyecto del Reino de Dios,

colaborando con realismo y convicción

en hacer la vida más humana para todos,

como quiere el Padre.

Ayúdanos a vivir humildemente nuestra fe

con pasión por Dios y compasión por el ser humano.

Que te experimentemos vivo en medio de nosotros,

renovando nuestras vidas

y alentando nuestro compromiso solidario.

A.A.

 

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