Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
Áreas pastorales
Cerca de tí
Grupo de adultos 190621
El pasado día 21 de Junio, en el Oratorio del Sagrado Corazón, en un ambiente familiar, tuvimos una Eucaristía que fue una gozada.
Fue una Eucaristía sin prisas, larga en cuanto a minutos, pero que se nos hizo corta. Saboreamos y vivimos sus diferentes partes; en ella, nos abrimos al Señor y a nuestros compañeros.
A continuación, en una de las salas de la Parroquia, celebramos los cumpleaños, de los últimos meses, con un picoteo.
Pero…aquí no acabó todo.
Al día siguiente, (sábado 22) ´nos fuimos de excursión a Tobera, un pueblo de Burgos, de bellos rincones y diferentes cascadas que evocan el fluir corrientes de vida, y hacen recordar la importancia del lema que hemos trabajado en nuestra Unidad Pastoral.
Un poco antes de entrar en el pueblo, aparcamos frente a dos ermitas: La Ermita Nuestra Señora. de la Hoz y la del Humilladero del Cristo de los Remedios; a su amparo, dimos cuenta del almuerzo que cada uno llevaba preparado a su gusto.
Forma parte del paraje, un pequeño puente medieval, sobre el cual quisimos hacernos una foto de conjunto para probar su consistencia.
Continuamos caminando por un recorrido, bien señalizado, que nos llevaba de sorpresa en sorpresa al aparecer, diferentes cascadas, y… donde menos lo pensábamos, apareció la más impresionante de todas.
Es imposible describir tanta belleza, hay que verlo, disfrutar del sonido del agua y respirar su frescura.
Empapados de naturaleza, y después de tomar un refresco en Trespaderne,
fuimos a comer a Nofuentes, al Mesón “La Ventanilla” propiedad de una alavesa, del Valle de Arana, que nos atendió amablemente.
Llegado el postre, dejamos patente nuestra fuente de alegría, entonando varias canciones de nuestro repertorio; con ellas, pusimos una nota de color en el comedor, haciendo sonreír a otros comensales que allí se encontraban y que agradecieron la sobremesa de “semejante orfeón”; lástima que no pudimos complacer a los fans, que nos pedían alguna canción de los Chunguitos.
Queda como asignatura pendiente, ensayar alguna nueva, del actual mundillo musical, para la próxima excursión.
La vuelta la hicimos por Sobrón y como el calor apretaba, decidimos parar en Pobes para oxigenarnos, compartir un último trago, darnos los últimos abrazos y desearnos un buen verano, con el propósito de, al calor de estos meses, cargar las pilas para el nuevo curso y no tirarnos sólo a la bartola.
Fue un final de curso redondo.