Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Sábado 20 de Abril del 2024

S Pedro y S Pablo. Comentario Evang domingo

San Pedro y San Pablo


Este domingo, 29 de junio, coincide con la fiesta de San Pedro y San Pablo. Citar a San Pedro y a San Pablo es nombrar a dos santos muy famosos, muy importantes en la historia de la Iglesia. Pedro fue el primer Papa y Pablo el creador de las primeras comunidades cristianas, la persona que más ha influido en el cristianismo después de su fundador, Cristo. Los dos padecieron martirio en Roma en la época de Nerón. Pedro escribió dos cartas a sus comunidades. Pablo envió trece epístolas a sus cristianos.

Nosotros hemos olvidado con demasiada frecuencia que la fe no consiste en creer algo, sino en creer en Alguien.  Digo esto porque las preguntas de Jesús a sus discípulos son claras: “¿quién dice la gente que soy Yo?”. Y, ¿quién decís vosotros que soy Yo?. Jesús no les pregunta sobre los planteamientos ideológicos o sociales con los que vive, sino sobre quien es Él. Todavía estamos muchos hombres y mujeres católicos que decimos “algo tiene que haber”. Pero, esta no es la respuesta válida para una fe cristiana. La respuesta valida es la que dio Pedro. Y ahí, bastantes no llegamos, aunque vayamos todos los días o todos los domingos a misa.

El hombre de hoy, escarmentado de dogmas e ideologías, quizá está dispuesto todavía a creer en personas que le ayuden a vivir dando un sentido nuevo a su existencia.

Los santos nos sirven de ejemplo en cuanto que respondieron a la llamada de Dios y a la llamada de las necesidades de la sociedad en la que vivieron. Hace poco tiempo, el 27 de abril pasado, fueron canonizados o declarados santos dos Papas: Juan XXIII y Juan Pablo II. Dos personalidades extraordinarias, aunque muy diferentes. En la homilía de la canonización, pronunciada por el Papa Francisco, se recordó a Juan XXIII como el Papa que demostró una “delicada docilidad al Espíritu Santo”, al convocar el Concilio Vat. II.  El objetivo de Juan XXIII, el Papa bueno, era claro: poner al día a la Iglesia, renovarla.

Más problemática me resulta analizar la figura de Juan Pablo II. Un Papa que protagonizó grandes aciertos y  grandes sombras significativas.

Los santos son personas que han hecho realidad en sus vidas las palabras de San Pablo: “He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día: y no solo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida”.

En estos tiempos en los que hay tanto por hacer, para que el mundo funcione como Dios quiere, se necesitan personas que nos tomemos en serio el seguimiento a Jesucristo, porque, así, seguro que iremos construyendo el mundo, como Reino de Dios.

A.A.