Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Viernes 26 de Abril del 2024

Coment Evang Quinto domingo Pascua 18 V 14

Yo soy el camino

 

”Que no se turbe vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí”.

 “Cuanta turbación, miedo, tristeza

había en los corazones de los seguidores y seguidoras de Jesús en aquel encuentro llamado,”la Última Cena”.

 

La situación era como para preocuparse porque los grupos de poder, tanto religiosos como civiles de Israel, estaban acorralando al Maestro y habían decidido “acabar con Él”. Ellos lo sabían. ¿Cómo no iban a estar preocupados?

En esas circunstancias y en ese momento  las palabras de Jesús vienen cargadas de una gran  fe y de mucha paz: No se turbe vuestro corazón, creed en Dios, Padre mío y Padre vuestro. Creed en mí, en lo que os he enseñado con la palabra y con las acciones, porque ellas construyen el Reino.

También nosotros, podemos estar turbados, tristes, hasta enfadados. comparador de precio Vivimos situaciones personales, familiares, sociales que no nos dejan vivir en paz. Nos tienen turbados. Salud precaria mal atendida, problemas de relación en la pareja o con los hijos, necesidades primarias sin cubrir, como trabajo, vivienda, alimentación, etc. No  concreto más  porque pueden ser muy diversas, pero ahí están, dificultando nuestro caminar personal, familiar, social.

 

¿Dónde podemos agarrarnos?

¿A quién podemos acudir?

¿Quién nos puede ayudar?

 

Los creyentes cristianos nos encontramos con estas palabras de Jesús:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí”.

 

“Yo soy el camino”. El problema de no pocos es que, en muchas circunstancias,  vivimos extraviados o descaminados. Sencillamente, vivimos sin camino, perdidos en una especie de laberinto. Andando y desandando los mil caminos que, desde fuera, nos van indicando las consignas y modas del momento, principalmente  a través de los medios de comunicación.

Y, ¿qué puede hacer un hombre o una mujer cuando se encuentra sin camino?, ¿a quién se puede dirigir?, ¿adónde puede acudir? Si se acerca, en serio,  a Jesús, lo que encontrará no es una religión, sino un camino.  No una religión de normas y cumplimientos, de moral caduca,  de  culto pomposo y lleno de incienso, sino un camino, simplemente un camino acompañado de una persona, Jesús. A veces, podremos avanzar con fe; otras veces, encontraremos dificultades; incluso podremos retroceder, pero es  el camino acertado porque nos  conduce al Padre. Esta es la promesa de Jesús.

 

“Yo soy la verdad”. Estas palabras, son una invitación a buscar y vivir la Verdad, pero también son una invitación que encierra escándalo  a los oídos modernos porque no todo se reduce a la razón. La Verdad no se busca únicamente con la razón, ni se encuentra únicamente en ella. No todo es ciencia y técnica, aunque sean muy necesarias. El misterio último de la realidad no se deja atrapar por los análisis más sofisticados. El ser humano esta llamado a vivir el misterio último de la realidad humana: dolor, muerte, gozo, vida plena. Y Jesús puede ser, para muchos, el camino que nos abre a la Verdad total.

 

“Yo soy la vida”:¡Cuanta vida destrozada por esta “maldita” crisis económica y de valores! ¡Cuantas muertes provocadas por la codicia de los poderosos: Más de doscientos mineros muertos, más de doscientos inmigrantes tragados por el mar, esta misma semana.

Cuantas vidas destruidas por el odio y el enfrentamiento que provoca que cientos de adolescentes y jóvenes africanos/as sean raptados/as para la guerra y para el “descanso del guerrero”.

 

“Yo soy el camino, la verdad y la vida y os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago”.

Apoyados en estas palabras y animados por ellas  nos convertimos en grandes defensores de la verdad y de la vida, y lo hacemos caminando con esperanza, solidariamente,  ya que nos sentimos  acompañados del Resucitado.

 

A.A.