Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Jueves 25 de Abril del 2024

comentario TC2 A 230305

fano


Cuando oímos este texto, podemos pensar en sucesos paranormales, en alucinaciones, en ovnis, …. No se trata de eso, pero es un relato complejo este de la «transfiguración de Jesús». Y cuando hace dos mil años lo escribieron, nos querían decir algo y lo hicieron con el lenguaje de la época y para los oyentes de la época y, sin duda, tenía un interés concreto, había algo central en él. ¿Qué?

El centro lo ocupa una voz que viene de una extraña «nube luminosa», símbolo que se emplea en la Biblia para hablar de la presencia siempre misteriosa de Dios, que se nos manifiesta y, al mismo tiempo, se nos oculta.

Y se oye: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo». Los discípulos ante Moisés o Elías, representantes del Antiguo Testamento, tienen a Jesús. Él es el Hijo querido de Dios, cuyo rostro «resplandecía como el sol». Y la voz añade algo más: «Escuchadlo».

Si comparamos la voluntad de Dios en Moisés y en este texto. Antes queda rebelada en los «diez mandamientos» de la Ley. Ahora la voluntad de Dios se resume y concreta en un solo mandato: «Escuchad a Jesús». Esta escucha establece la verdadera relación entre los seguidores y Jesús.

Al oír esto, los discípulos caen por los suelos «llenos de espanto». La traducción anterior decía «aterrados de miedo». Están sobrecogidos por aquella experiencia tan cercana de Dios, pero también asustados por lo que han oído: es una novedad radical. Y hace falta atención, sensibilidad, reflejos, disponibilidad,… para vivir desde la atención a lo que Jesús dice y cuando lo dice y cómo lo dice…. para responder con generosidad.

Entonces Jesús se acerca, los toca y les dice: «Levantaos. No temáis». Sabe que necesitan experimentar su cercanía humana: el contacto de su mano, no solo el resplandor divino de su rostro. Siempre que escuchamos a Jesús en el silencio de nuestro ser, sus primeras palabras nos dicen: «Levántate, no tengas miedo».

Muchas personas solo conocen a Jesús de oídas. Su nombre cada vez menos familiar, más desconocido, recuerdos e impresiones difusas de la infancia. También, para no pocos, aunque se llamen cristianos, viven sin escuchar en su interior a Jesús. Y sin esa experiencia no es posible conocer su paz inconfundible ni su fuerza para alentar y sostener nuestra vida. Cuando un creyente se detiene a escuchar en silencio a Jesús, en el interior de su conciencia escucha siempre algo como esto: «No tengas miedo. Abandónate con toda sencillez en el misterio de Dios. Tu poca fe basta. No te inquietes. Si me escuchas, descubrirás que el amor de Dios consiste en estar siempre perdonándote. Y, si crees esto, tu vida cambiará. Conocerás la paz del corazón».

Jesús sigue hablando y hablándonos en su palabra, en la comunidad, en los pobres, en la vida de muchas maneras. Podemos oírle o rechazarlo. Podemos escucharle y responderle en nuestra vida porque no es lo mismo vivir con Jesús que sin él.

 

Para ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu. PINCHA ABAJO.


Attachments:
Download this file (2 Cuaresma 2 A 2023.pdf)hoja TC2 A 23[hoja 230305]665 Kb