Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Miércoles 15 de Enero del 2025

comentario B TO23 240908

fano


Celebramos la fiesta de la Unidad Santa María de Olárizu. Hoy, domingo, con las lecturas del día.

san cristobal

Con la curación de un sordomudo en la región pagana de Sidón Marcos quiere enseñar algo. El enfermo ni oye ni habla. Vive encerrado en sí mismo, sin comunicarse con nadie. No se entera de que Jesús pasa cerca de él. Son otros los que lo acercan.

Jesús actúa a su estilo. No impone sus manos sobre él como le han pedido, sino que lo toma aparte y lo lleva a un lugar retirado. Allí actúa, primero sus oídos y luego su lengua. Así el enfermo siente su contacto curador. Solo un encuentro profundo con Jesús cura de una sordera tan tenaz.

Pero no es suficiente todo aquel esfuerzo. La sordera se resiste. Entonces Jesús acude al Padre, fuente de toda salvación: mirando al cielo, suspira y grita al enfermo una palabra: Effatá, es decir, “Ábrete”. Es la única palabra que pronuncia Jesús en todo el relato. Creo que no está dirigida a los oídos del sordo, sino a su corazón.

Sin duda, Marcos quiere que esta palabra de Jesús resuene con fuerza en las comunidades cristianas que leerán y oirán y escucharán su relato. Conoce bien lo fácil que es vivir sordos a la Palabra de Dios. Nosotros, una comunidad de años, pensamos que los demás hablan bajo, no que nosotros hemos perdido oído. Es lo primero. Reconocer nuestra limitación y confiar en Jesucristo. Nos puede pasar que no oigamos lo que se habla. Nos puede pasar que respondamos a lo que nadie pregunta y desde lo que nos preocupa, no desde la realidad que pasa. Quizás nosotros, con la edad, nos hemos convertido un tanto en una comunidad sordomuda que escucha poco el Evangelio, oyen con limitaciones lo que ocurre en la realidad eclesial y social y lo comunican mal insistiendo y batallando lo que no tiene futuro, no lo que surge del evangelio.

Nosotros, creyentes, hemos de estar alerta para que lo primero sea escuchar el Evangelio de Jesús. Para que escuchemos con Effetá, con el corazón abierto para acoger sus palabras. Para acertar a ser la Unidad Pastoral que quiere Dios para este rincón de Vitoria. Para escuchar con paciencia y compasión a tantos que sufren sin recibir apenas el cariño ni la atención de nadie.

Parece que este Evangelio, en el día que celebramos la patrona de nuestra Unidad Pastoral Santa María de Olárizu, es una palabra para ser oída y para ser escuchada. Una palabra a la que responder, como María, con humildad, con confianza, con libertad. Que así sea.