Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
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comentario B TO31 241103
Son bastantes los que, durante estos años, han ido pasando de una fe ligera y superficial en Dios a una indiferencia igualmente frívola e irresponsable. Han eliminado de sus vidas toda práctica religiosa, han liquidado cualquier relación con una comunidad creyente, han abandonado cualquier búsqueda o referencia más allá de lo inmediato del trabajo, las vacaciones y los de casa. Pero eso no es resolver con seriedad la postura personal de uno ante el misterio último de la vida.
El grupo de quienes dicen que no creen en la Iglesia ni en “los inventos de los curas”, pero creen en Dios es pequeño y se reduce. Aunque, es hueco, vacio ese creer en un Dios al que nunca se recuerda, con quien jamás se dialoga, a quien no se escucha, de quien no se espera nada con gozo.
Algunos se han fabricado su propia religión y se han construido una moral propia a su medida. Así se sitúan con cierta comodidad en la vida, evitan cuestionarse seriamente su existencia.
Otros no sabrían decir si creen en Dios o no. Pasan de algo que no entienden para qué puede servir. Ellos viven tan ocupados en trabajar y disfrutar, tienen suficiente con los problemas de cada día, las redes sociales, con el ocio de fin de semana, con sus aficiones… que Dios no tiene sitio en sus vidas.
Pero nos equivocaríamos los creyentes si pensáramos que esta indiferencia frívola se encuentra solo en esas personas que acabo de enumerar. Esa indiferencia está penetrando también en los corazones de los que nos llamamos creyentes: a veces nosotros mismos sabemos que Dios no es el único Señor de nuestra vida, ni siquiera el más importante.
Hagamos solo una prueba. ¿Qué sentimos en lo más íntimo de nuestra conciencia cuando escuchamos despacio, repetidas veces y con sinceridad estas palabras: “Escucha: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con oda tu mente, con todo el ser”? ¿es mi deseo que el lugar que ocupó en el corazón de Jesús, sea el que ocupe Dios en mi corazón, en mi alma, en mi mente, en todo mi ser?
Si quieres ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu para este domingo primero de noviembre. PINCHA ABAJO.