Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Viernes 04 de Octubre del 2024

comentario B Tp8 240519

fano


Pentecostés recuerda al Espíritu Santo. Es uno de los pocos días para ello. Como cuando se reza el rosario diez referencias a María por una a la Trinidad. Al Espíritu Santo le pedimos que ablandemos nuestro corazón para que él pueda moverse con libertad en nuestra vida y nos cambie muchas actitudes y nos una a la raíz de nuestra vida que es Cristo. Os propongo las siguientes

Nos dejamos llevar y nos acostumbramos a vivir sin interioridad. Ya no necesitamos estar en contacto con Io mejor que hay dentro de nosotros. Nos basta con vivir entretenidos. Nos contentamos con funcionar sin alma y alimentarnos de bienestar. No queremos exponernos a buscar la verdad. Ven, Espíritu Santo, y libéranos del vacío interior.

Hemos aprendido a vivir sin raíces y sin metas. Nos dejamos programar. Nos movemos y agitamos sin cesar, pero no sabemos qué queremos ni hacia dónde vamos. Cada vez mejor informados y más perdidos. Ven, Espíritu Santo, y libéranos de la desorientación.

Apenas nos interesan ya las cuestiones de la existencia. No nos preocupa quedarnos sin luz para enfrentarnos a la vida. Más escépticos, y también más frágiles e inseguros. Ven, Espíritu Santo, y libéranos de la oscuridad y la confusión interior.

Queremos vivir más, vivir mejor, vivir más tiempo, pero ¿vivir qué? Buscamos sentirnos bien, sentirnos mejor, pero ¿sentir qué? Ansiamos disfrutar intensamente de la vida, sacarle el máximo jugo, y nos contentamos con pasarlo bien, con hacer lo que nos apetece. Apenas hay prohibiciones ni terrenos vedados. ¿Por qué queremos algo diferente? Ven, Espíritu Santo, y enséñanos a vivir.

Queremos ser libres e independientes y nos encontramos cada vez más solos. Necesitamos vivir y nos encerramos en nuestro pequeño mundo, a veces tan aburrido. Necesitamos sentirnos queridos y no sabemos crear contactos vivos y amistosos. Al sexo lo llamamos “amor”, y al placer, “felicidad”, pero ¿quién saciará nuestra sed? Ven, Espíritu Santo, y enséñanos a amar.

En nuestra vida no hay sitio para Dios. Su presencia ha quedado reprimida o atrofiada dentro de nosotros. Llenos de ruidos por dentro, no podemos escuchar su voz. Volcados en mil deseos y sensaciones, no acertamos a percibir su cercanía. Hemos olvidado hablar con él. Hemos aprendido a vivir de espaldas al Misterio. Ven, Espíritu Santo, y enséñanos a creer.

Creyentes y no creyentes, poco creyentes y malos creyentes, así peregrinamos muchas veces por la vida. En la fiesta cristiana del Espíritu Santo, a todos nos dice Jesús lo que un día dijo a sus discípulos, exhalando sobre ellos su aliento: “Recibid el Espíritu Santo”. Ese Espíritu que sostiene nuestras pobres vidas y alienta nuestra débil fe puede penetrar en nosotros y reavivar nuestra existencia por caminos que solo él conoce. Ven, Espíritu Santo.

 

Para ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu para este domingo de Pentecostés. PINCHA ABAJO.


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