Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Sábado 22 de Febrero del 2025

comentario C TO7 250223

fano


Algunos, muchos, vamos corriendo por la vida, deprisa, ansiosos,… y quizás, cuando paramos, cuando nos miramos, vemos el vaso medio vacío… quizás nos encontramos aburridos, insatisfechos, notamos nuestra vida monótona, trivial, insípida. ¡Vamos! que nos vendría bien tener en nuestras manos y en nuestro corazón una verdadera coca cola que es la alegría de vivir.

Intuyo que la existencia de muchos cambiaría y adquiriría otro color y otra vida si aprendieran a amar gratis a alguien (los padres y madres sabéis bien esto). El ser humano está llamado a amar desinteresadamente; y, si no lo hace, en su vida se abre un vacío que nada ni nadie puede llenar. No es una ingenuidad escuchar las palabras de Jesús: «Haced el bien [...] sin esperar nada». Puede ser el secreto de la vida. Lo que puede devolvernos la alegría de vivir.

Es fácil terminar sin amar a nadie de manera verdaderamente gratuita. Conformarnos con aquel “yo, ni mato, ni robo,…”. Con eso valía. “No hago daño a nadie”. “No me meto en los problemas de los demás”. “Vivo mi vida”. “Tengo bastante con preocuparme de mí y de mis cosas”.

Los creyentes oímos esto y notamos que no es suficiente, que no es vida ese sumar días, meses, años despreocupado de todos, reducido a mi trabajo, mi familia, mi ocio; impermeable a los problemas de los demás, ajeno a los sufrimientos de la gente, encerrado en mi «campana de cristal».

En esta sociedad es difícil aprender a amar gratuitamente. Ahora tenemos al presidente de los estados unidos que plantea la relación con los estados como negocio, así nos llega por los medios de comunicación. Que gano, quien paga, dame, me lo quedo, aporta más,… y nosotros tentados de reducir nuestras relaciones a cálculo y medida.

Hechos a la idea de que todo se obtiene «comprando»: alimentos, vestido, vivienda, transporte, diversión ... Y así corremos el riesgo de convertir nuestras relaciones en puro intercambio de servicios.

Pero el amor, la amistad, la acogida, la solidaridad, la cercanía, la confianza, la lucha por el débil, la esperanza, la alegría interior ... no se obtienen con dinero. Son algo gratuito que se ofrece sin esperar nada a cambio, si no es el crecimiento y la vida del otro.

Los primeros cristianos, al hablar del amor, utilizaban la palabra agape, precisamente para subrayar más esa dimensión de gratuidad, en contraposición al amor entendido solo como eros que tenía para muchos una resonancia de interés y egoísmo.

Entre nosotros hay personas que solo pueden recibir un amor gratuito, pues apenas tienen nada para poder devolver a quien se les quiera acercar. Personas solas, maltratadas por la vida, incomprendidas por casi todos, empobrecidas por la sociedad, sin apenas salida en la vida.

Alguien, recordando la invitación de Jesús dijo: «Para liberarte de ti mismo lanza un puente más allá del abismo que tu egoísmo ha creado. Intenta ver más allá de ti mismo. Intenta escuchar a algún otro y, sobre todo, prueba a esforzarte por amar en vez de amarte a ti solo».

 

Si quieres ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu para este domingo. PINCHA ABAJO.


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