Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
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Jesús pasea por el pórtico de Salomón, un lugar frecuentado, al parecer, estaba protegido contra el viento por una muralla.
Un grupo de judíos hacen corro alrededor de Jesús. El diálogo es tenso. Los judíos lo acosan con sus preguntas. Jesús sin agresividad, expresa la distancia que hay entre los seguidores de la buena nueva y los que le rodean, porque no aceptan su mensaje ni su actuación.
Jesús es claro: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco; y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna». Jesús no fuerza a nadie. Él llama. La decisión de seguirlo depende de cada uno. También de cada uno de nosotros. Solo si le escuchamos y le seguimos establecemos con Jesús esa relación que lleva a la vida eterna.
Es decisivo para ser cristiano tomar la decisión de vivir como seguidor de Jesús. Una tentación de los cristianos es pretender serlo sin seguir a Jesús. De hecho, muchos de los que se han ido alejando de nuestras comunidades son personas a las que nadie ha ayudado a tomar la decisión de vivir siguiendo sus pasos.
Esa es decisión de un cristiano. La decisión que lo cambia todo, porque es comenzar a vivir de manera nueva la adhesión a Cristo y la pertenencia a la Iglesia: encontrar, por fin, el camino, la verdad, el sentido y la razón de la fe cristiana.
Y para tomar esa decisión antes hay que escuchar su llamada. Nadie se pone en camino tras los pasos de Jesús siguiendo su propia intuición o sus deseos de vivir un ideal. Comenzamos a seguirlo cuando nos sentimos atraídos y llamados por Cristo. Por eso la fe no consiste primordialmente en creer algo sobre Jesús, sino en creerle a él.
Cuando falta el seguimiento a Jesús, cuidado y reafirmado una y otra vez en el propio corazón y en la comunidad creyente, nuestra fe corre el riesgo de quedar reducida a una aceptación de creencias, una práctica de obligaciones religiosas y una obediencia a la disciplina de la Iglesia.
Es fácil entonces acomodarnos en la práctica religiosa y no dejarnos cuestionar por las llamadas que Jesús nos hace desde el evangelio que escuchamos cada domingo. Jesús está dentro de esa religión, pero no nos arrastra tras sus pasos. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir de manera rutinaria y repetitiva. Nos falta la creatividad, la renovación y la alegría de quienes viven esforzándose por seguir a Jesús.
Creo que es una de las cosas que mostró con sus palabras y con su actuación el difunto papa Francisco. Es lo que deseo para León XIV, que se deje arrastrar por el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, que se perciba en él a un seguidor de Jesucristo. Deseo no solo para él, también para nosotros, para cualquier creyente: que busque, que busquemos responder a lo que Dios quiere y que lo hagamos siguiendo a Jesucristo y hagamos lo que él haría en nuestra realidad como él lo haría y por las razones que él tenía.
Si quieres ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu para este domingo cuarto del tiempo de Pascua. PINCHA ABAJO.