Unidad pastoral Santa María de Olárizu / Olarizuko Andre Maria Pastoral Barrutia

Viernes 19 de Abril del 2024

comentario TA2 C 211205

adviento


La actuación del Bautista preparó el camino a Jesús. Fue el profeta que decisivamente lo señaló. Por eso el Bautista es una llamada que nos urge a preparar caminos que nos permiten acoger a Jesús entre nosotros.

Un grito tomado del profeta Isaías expresa en Lucas su mensaje: “Preparad el camino del Señor”. Es una invitación para nosotros, para nuestra Unidad Pastoral. Para preparar a los demás, para prepararnos nosotros, para preparar el camino a nuestras comunidades. La charla del pasado miércoles a la que se os convocó desde este lugar el domingo anterior es un camino a ello. No el único.

Lo primero para empezar una tarea es tener ganas de ello. Tener ganas de llegar al final, tener ganas de que el señor llegue a nosotros y a los demás.

Y la fe es la relación y el seguimiento de la persona de Dios trinidad en nuestro caso. Nos hace falta un contacto mucho más vivo con su persona. Es mucho más y diferente de alimentarnos solo de doctrina religiosa. No es posible seguir a Jesús convertido en una sublime abstracción. Necesitamos sintonizar vitalmente con él, dejarnos atraer por su estilo de vida, contagiarnos de su pasión por Dios y por el ser humano.

Y nosotros, que nos juntamos cada domingo, grupo reducido, en una sociedad para la que somos invisibles, insignificantes, irrelevantes, hemos de entender y configurar la comunidad cristiana como un lugar donde se acoge el Evangelio de Jesús. Vivir la experiencia de reunirnos creyentes, menos creyentes, poco creyentes e incluso no creyentes en torno al relato evangélico de Jesús. Darle a él la oportunidad de que penetre con su fuerza humanizadora en nuestros problemas, crisis, miedos y esperanzas.

En los evangelios no aprendemos doctrina sobre Jesús, destinada inevitablemente a envejecer. Aprendemos un estilo de vivir realizable en todos los tiempos y en todas las culturas: el estilo de vivir de Jesús. La doctrina no toca el corazón, no convierte ni enamora. Jesús sí.

Y este es el reto, no solo oír, escuchar, meditar, vernos en mitad de la escena que se narra en el evangelio. Y vernos en ella para que el encuentro con Jesús renueve nuestra vida, como dice el lema de esta semana de adviento. “latidos de esperanza de salvación”. La experiencia directa e inmediata con el relato evangélico nos hace nacer a una nueva fe, no por vía de “adoctrinamiento” o de “aprendizaje teórico”, sino por el contacto vital con Jesús. Él nos enseña a vivir la fe no por obligación, sino por atracción. Nos hace vivir la vida cristiana no como deber, sino como contagio. En contacto con el Evangelio recuperamos nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús.

Recorriendo con nuestros pies, con nuestras manos, con nuestro corazón, con nuestros latidos los evangelios experimentamos que la presencia invisible y silenciosa del Resucitado adquiere rasgos humanos y recobra voz concreta. De pronto, todo cambia: podemos vivir acompañados por alguien que pone sentido, verdad y esperanza en nuestra existencia. Es el reto de la evangelización, ponernos en contacto directo e inmediato con Jesús. Sin él no es posible engendrar una fe nueva, cuyo corazón tenga los latidos de la salvación que regala el encuentro vital con el crucificado y resucitado.


Si quieres ver una de las hojas de este domingo en la Unidad Pastoral Santa María de Olárizu. PINCHA ABAJO.


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