Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
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comentario B TC2 240225
Este relato de la “transfiguración de Jesús” fue desde el comienzo muy popular entre sus seguidores. No es un episodio más. La escena, recreada con recursos simbólicos, es grandiosa. Por ejemplo, presentan a Jesús con el rostro resplandeciente mientras conversa con Moisés y Elías.
Los tres discípulos que lo han acompañado hasta la cumbre de la montaña quedan sobrecogidos. No saben qué pensar de todo aquello. A Jesús le envuelve un misterio demasiado grande. Marcos dice que estaban asustados.
Y el final, da la clave de este relato: “Se formó una nube que los cubrió y salió de la nube una voz: "Este es mi Hijo amado; escuchadlo".
El movimiento de Jesús nació escuchando su llamada. Su Palabra, recogida más tarde en cuatro pequeños escritos, fue engendrando seguidores. La Iglesia vive escuchando su Evangelio.
Este mensaje encuentra hoy obstáculos para llegar hasta los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Al abandonar la práctica religiosa, muchos han dejado de escucharlo para siempre. Ya no oirán hablar de Jesús si no es de forma casual o distraída.
Y entre quienes nos acercamos a las comunidades cristianas, parecido. El mensaje, la Palabra de Jesús se pierde entre otras prácticas, costumbres y doctrinas. Es difícil captar su importancia decisiva. La fuerza liberadora de su Evangelio queda a veces bloqueada por lenguajes y comentarios ajenos a su espíritu.
Sin embargo, lo decisivo que puede ofrecer la Iglesia a la sociedad es la Buena Noticia proclamada por Jesús y su proyecto humanizador del reino de Dios. Ayer, hoy y siempre. No podemos seguir reteniendo la fuerza humanizadora de su Palabra.
Hemos de hacer que corra limpia, viva y abundante por nuestras comunidades. Que llegue hasta los hogares, que la puedan conocer quienes buscan un sentido nuevo a sus vidas, que la puedan escuchar quienes viven sin esperanza.
Y más. Hemos de aprender a leer juntos el Evangelio. Familiarizarnos con los relatos evangélicos. Ponernos en contacto directo e inmediato con la Buena Noticia de Jesús. Es un camino para la renovación que necesita hoy la Iglesia.
Cuando la institución eclesiástica ha perdido el poder de atracción que ha tenido durante siglos, hemos de descubrir la atracción que tiene Jesús, el Hijo amado de Dios, para quienes buscan verdad y vida.
¡Escuchadlo! Es la tarea que nos propone el Evangelio. No está de más hacerle caso. El retiro que tendremos el próximo sábado día 2 en la parroquia de Sagrado Corazón puede ser un buen momento para ello. Os esperamos.
Si quieres ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral para este domingo segundo de cuaresma. PINCHA ABAJO.
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