Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
Áreas pastorales
Cerca de tí
comentario C to31 251102

No hace falta ser muy rico. Quien vive esclavo del dinero termina encerrado en sí mismo. Los demás no cuentan. Según Jesús, «donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón». El deseo dominante de bienestar material puede echar a perder la vida de una persona. Jesús alerta sobre el riesgo de quedar atrapados por la atracción irresistible del dinero.
Así lo entiende Jesús y hay análisis sicológicos del poder del dinero en nuestra sociedad. Es símbolo, ligado a pulsiones profundas de autoprotección, búsqueda de seguridad y al miedo a la fragilidad de nuestra existencia.
Sin embargo, para Jesús, la atracción del dinero no es una “enfermedad incurable”. Es posible liberarse de su esclavitud y vivir una vida más sana. El rico no es un «caso perdido». Hoy tenemos el encuentro de Jesús con un hombre rico de Jericó.
Jesús atraviesa la ciudad y se encuentra con un hombre de pequeña estatura subido a una higuera. No es un desconocido. Se trata de un poderoso jefe de recaudadores, de un rico.
Para la gente de Jericó, un ser despreciable, un recaudador corrupto y sin escrúpulos. Para los sectores religiosos, un «pecador» sin conversión posible, excluido de toda salvación.
Jesús toma una iniciativa que sorprende: «Zaqueo, baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». ¡Jesús quiere ser acogido en su casa de pecador! Jesús va al mundo del dinero y del poder y, por otra parte, de alguien que es despreciado por muchos. Zaqueo bajó enseguida y lo recibió con alegría. No tiene miedo de dejar entrar en su vida al defensor de los pobres.
Hay que echarle imaginación y a mí no se me ocurre qué pasó en aquella casa. Sería bueno saberlo para repetirlo, los seguidores de Jesús, en esta sociedad en la que nos preocupamos más de guardar y acumular que de dar con generosidad. Pero hemos oído el resultado. El contacto con Jesús transforma radicalmente al rico Zaqueo. Con un compromiso firme. En adelante pensará en los pobres: compartirá con ellos sus bienes. Recordará a las víctimas de las que ha abusado: les devolverá con creces lo robado. Con Jesús en la vida de Zaqueo se introduce la justicia y el amor solidario.
Jesús da luz a lo que ha pasado en aquel encuentro: «Hoy ha entrado la salvación en esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».
También los ricos se pueden convertir. Con Jesús todo es posible. No hemos de olvidarlo nadie. Él ha venido para buscar y salvar lo que nosotros podemos estar echando a perder. Para Jesús no hay casos perdidos.
Si quieres ver la hoja de participación de una de las parroquias de la Unidad Pastoral para este primer domingo de noviembre. PINCHA ABAJO