Unidad Pastoral Santa María de Olárizu
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pastoral penitenciaria 200908
El equipo de pastoral penitenciaria de la Unidad Pastoral se ha reunido para preparar la Eucaristía alrededor de la celebración de la Merced, patrona de los que tienen que ver con la prisión.
Este año, la celebración será en la parroquia de San Ignacio el domingo 20, el anterior a la fiesta de Nuestra Señora de la Merced a las 12,00. Una semana antes de otra expresión de sensibilidad de la unidad con los marginados. El domingo 27, jornada mundial del migrante y del refugiado, el señor Obispo Don Juan Carlos Elizalde Espinal acompañará a la unidad en la celebración que se hará con ese motivo en la parroquia de San Cristóbal a las 12,30.
En la reunión también se entregaron y trabajaron diversas fotocopias del número 104 de la revista puente. Adjuntamos un resumen y una imagen de los movimientos que ha habido en pastoral penitenciaria durante el año en España. FOTO ABAJO.
Resumen:
“Después de tres meses sin entrar en prisión, volvimos nuevamente en el mes de junio, unos antes, otros después. Han sido momentos de emoción, de tensión contenida en las experiencias de capellanes y voluntarios en nuestra vuelta a prisión. Hay auténticos testimonios de fe y de vida. Mucha emoción y mucho deseo del reencuentro, tanto por parte de los internos como de la Pastoral Penitenciaria.
Pero la pandemia no ha pasado. Este virus es muy fuerte y está pudiendo con nosotros, con todos. En algunas prisiones nuevamente se están estableciendo medidas restrictivas, dificultando la entrada y la acción pastoral. Se ha impuesto a todos nuestros proyectos y programaciones. A todos nuestros sueños e ilusiones, nos ha cambiado todos nuestros esquemas. Hay que reconocerlo, el virus es más fuerte que nosotros.
Veo que muchas prisiones y diócesis de nuestro país, estamos luchando para poder realizar nuestra pastoral. Pero esta situación me provoca una pregunta, ¿nuestros esquemas y proyectos actuales servirán para el futuro? Es una pregunta que nos cuestiona pero que no podemos obviar. ¿Realmente lo vivido hasta ahora como Pastoral Penitenciaria nos servirá para el futuro? ¿Nuestras programaciones serán válidas a partir de ahora?, no digo que no, pero es oportuno que nos planteemos esta reflexión.
Este número tiene vida, también dolor por lo sufrido por la pandemia, pero sobre todo quiere ser esperanza en superar el virus y poder anunciar el mensaje de Jesús, que es un mensaje liberador, tan necesario en prisión.
P. Florencio Roselló Avellanas, mercedario”